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Mejor no hable si no tiene ganas

no opine si no sabe

no diga si no siente

no cante si no vibra

no llore si no le afecta

no llame si ya no quiere

no plasme si no le llega

no lea si no conoce

no sueñe si lo obligan

Y no se venda, y no se compre, y no se mezcle, y nunca prohíba ni mate. Sorpresas

no viva si esta será una carga

no respire si debe pagar el aire

mejor no escuche, mejor no huela, mejor toque

Todo cuesta y todo se va

Quiero que sea de noche

El amargor en la garganta no se va y ya no me está dejando respirar bien, los ojos ya no miran diáfanos mi entorno, la música se torna adolorida. Soy fría de pensamientos, carente de expresión, soy incapaz de tomar decisiones tajantes, impulsiva en mis respuestas, malditamente masoquista,

Corazón antes de cocodrilo

Tengo alergia a estar aquí

Corazón antes sin lágrimas

Se derrumba sin pretexto alguno, sin aviso

Y no lo domino, no parará de derrumbarse porque yo quiero

Corazón almacenado, ese es el problema

¿cómo detenerlo?

Corazón: tampoco quiero que seas de cocodrilo, pero no que seas frágil como una pluma, pollo, no. Quiero ser fuerte a todo.

Los días pasan tan lento, ya es jueves.

Falta poco, no, miércoles

Queda menos sin lunes, porque amamos los feriados

Tengo mi autocensura activada inconscientemente, o quizá no tanto. Hay algún artefacto en mi yo interno que me impide expresarme cada vez que así propongo que sea. Este es el problema, pero debe tener solución, solución efectiva lo antes posible, de no ser así, el corazón de cocodrilo estallará, estallará de cosas que le almacenaste, tonta, inconsciente, absurda, egoísta, que preferiste no decirlo y no borrarlo y no reírlo, y guardarlo. Pobre corazón de cocodrilo, está cagado, podrido y pisoteado por emociones estúpidas y difusas, enfermizas.

Y descubro que soy rara, nadie puede tener en su más adentro de su qué se yo a un corazón reptílico, etílico y deformílico, descubro que soy rara de pies a cabeza, de mis gustos a mi forma de ver, descubro que no me importa el odio, que aprendí a vivir con él, y que me gusta la ropa rara, estúpidamente floreada y que me aguanto la pena, hasta que ya no doy más, hasta que se te acabe el aire, porque no puedes cargarla ni un mísero segundo más, es tanta y de nada, está acumulada, guardada desde tiempos remotos, está caliente y estrepitosa, y le temo, porque se que en cualquier momento llega. Algún día tenía que pasar.

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Pues bien, con la modernidad ilustrada surge una nueva idea del hombre que rompe con la antropología que acabamos de describir. René Descartes inicia la modernidad, en lo que a la filosofía se refiere, con el principio de "no aceptar nada como verdadero, antes de haber obtenido la evidencia de que es así". La evidencia, como criterio de verdad, conlleva establecer el conocimiento matemático como modelo de conocimiento, preeminencia que adquiere toda su relevancia desde la intuición de que las matemáticas serían, como ensalzó Galileo, el lenguaje propio de la naturaleza. Las matemáticas proporcionan así, no sólo el criterio de verdad, que es la evidencia, sino también el método para indagarla, la argumentación racional more geométrico.

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La ceniza cigarriana está invadiendo este lugar, este cuarto, este entorno. El perro duerme, la mesa aún está puesta, el celular apagadísimo, más apagado que nunca, las pinzas, deshabilitadas, la música, cebolla, mamona y salvaje. El suelo, cochino, cochino de nada, pero cochino igual. La muela, adolorida, la lluvia?, ya pasó. Aún con el uniforme pretendo estar horas enteras escribiendo. El teléfono?, está malo, se robaron los cables de mi cuadra y tardarán días en reponerlos, ja. La casa? La casa está opaca, está fría, estoy sola en ella, tan grande y aburrida. La casa parece muerta, parece que a nadie le importara verla así, así de sola, no a mí, a esta cosa, que parece tener vida propia, pero que nunca nadie la ha querido. Y no especulo al respecto, sólo pretendo ser sincera, es verdad, nadie la quiere y todos son claros en eso. Qué más da? Es sólo una casa. La música está más mamona que nunca, (cambiando el tema), está cebolla y estrepitosa, me da igual. La perra tiene escaras ya de tanto estar echada, que fome su vida weón. Yo, demacrada. Extrañando todo lo de afuera, desde caminar varias cuadras, hasta darte un beso. He visto más televisión que en toda mi aburrida vida, he dormido más que en toda una semana, me ha dolido todo, desde el dedo chico del pié hasta la muela del juicio. Pf. Jajaja. Quiero mejorarme y salir. Las personas no están hechas para enfermarse, y menos los fines de semana.

Hoy soy grosera y agresor, agresor brígida y garabatera estruendosa

Bipolar extrema y depresiva endógena

Intolerante a la lactosa, a la fructosa y a la sacarosa.

Hoy soy estúpida, humilde, weona y humilde

Soy la peor, la más llorona e hipersensible de todas.

La más histérica y morfosintáxica, proxeneta y fonema, soy la femeninamente asmática, hipocondríaca, hermafrodita, anacoreta, predecible, misteriosa, histriónica, efusiva, la más omnisciente y referencial, apelativa, fática, metalingüística y poética, hoy soy metafórica, alharaca, alarmosa, gritona, silenciosa, soy rebelde y errónea, impulsiva y estrepitosa, romántica y esplendorosa, pero mamona y reiterativa.

Qué más da, si igual me va mal.

¿sTRES?

Una fábula, verosímil, prístina, ascética, que desprende lozanía desde las profundidades. Un niño pulula. ¿Los sueños surrealistas o de vigilia? Se desplaza, se acerca, se sienta junto a mi y soñamos juntos. Y las nubes se confabulan con nosotros, el bosque displicente que nos oye. Nos sumergimos en el río apacible y nuestros cuerpos se conjugan en las aguas; nos deslizamos en la comarca fundida por las trémulas llamas. Despertamos, nos reflejamos en el río que nos sucede, nos miramos y nos reconocemos a través de las pupilas. Reímos y nos besamos. de una querida amistad, chapitaloka.

Me propongo escribir aquí lo que no te he dicho nunca. Darte un beso en verso

Abrazarte en poesía, en poesía porquería mía. Me propongo cantarte y recitarte y leerte aún más. La música es mi verso y las letras mi esencia. Mi alma se pinta de colores para demostrarte que así, así sí es preciso vivir. Vivir de emociones y alegrías, llantos, penas y sabores amargamente dulces. Me propongo mostrarte el mundo con mis ojos si los necesitas, que toques las cosas y si por algún azar estúpido y por una incertidumbre que no busco resolver no tuvieras, te daría las mías, mil veces mis manos. Que sí quisieras volver, mi alma estaría dispuesta a cambiarse por la tuya, que si quisieras volver mi cuerpo estaría dichoso en recibirte. Que si quieras por un puto instante magnífico besarme, mi boca se haría esencia y complemento perfecto con tu boca. Que sí quisieras volver, y tus pies ya no existieran, los míos te ayudarían a cada paso, a cada instante furtivo y mágico en el que te sueño nuevamente a mí lado. Que si quisieras volver, sería otra, sería la que siempre quisiste que fuera, que si quisieras volver, sería feliz y feliz contigo. Que si quisieras volver, nada ni nadie me impedirían tenerte.

Vuelve, yo sí quiero que vuelvas.