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Sabor amargo, labios secos y ojos lluviosos, existe un mar inmenso de nubarrones atentos al más mínimo detalle para armar la tempestad telúrica en mi yo interno. estoy desilusionada de tantas personas de mentira, estoy aburrida de verlos siempre fingiendo ser importantes, arreglando sueños, acatando órdenes, llamando por teléfono. estoy aburrida de tener que ver sus caras siempre, ordenando palabras cuando llega el momento de saludar, sacando de su bolsa de mentiras una sonrisa para demostrar cariño, es más, sacando esas dos palabras para ser más íntegros. estoy aburrida de ser sola, pero qué más da, me prefiero sola que mal acompañada. yo creo que ya todo se está acabando, porque las cosas no duran para siempre y porque alguien debía aburrirse, desde ahora y en todo aspecto trascendental en mi vida, voy a cortar por lo sano. espero ser rotunda en mis versos, que parecen testamento de lo que ya ocurrirá, pero debo dejar testimonio de mis pensamientos, para que no se vuelvan a reiterar. debo estar atenta a todo movimiento erróneo, ladina hasta los huesos pretendo posponer salidas por la simple excusa de que hace mucho frío. prefiero esta vez, quedarme en la casa, con una estufa prendida y un café caliente y miles de palabras por reunir para hacer oración. fue un gusto esta tarde de reflexiones objetivas, es cierto todo lo dicho y todo lo escrito y todo lo que diré y escribiré al parecer, ya no puedo salir de acá, no hay soles que alumbren mi negro pelo, no hay luces que pretendan calentar mi camino y así, así es mejor quedarse en la casa, reuniendo versos para hacerlos sueños de mañana.