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no pienses eso

nunca pienses en que mis ojos no quieren mirarte

mucho menos que la comisura de mis labios no quiere encontrar la tuya para hacer un festival de besos, besos y más besos

no dudes que mis tardes son más lindas cuando las paso contigo

ni que mis brazos buscan otros abrazos cuando ya no estás

no creas que algún día y sin alguna razón absolutamente coherente me iré sin decir nadas, sin aclarar nuestras cuentas de cariño

no despiertes esta mañana con temores inconcientes, absurdos, impacientes, curiosos, irreales, estúpidos, mentirosso y confusos

estos versos no tienen un destinatario definido, porque el temor a ser mal interpretados y mucho más a ser mal recibidos impide encontar un sentido claro, confirmado, enamorado, debería no confezarme jamás, no decir esas dos palabras sinceras, debería entonces sólo sentir y no decir, es mejor, es más fácil, aunque a veces duela, es preciso. hay tantas cosas ocultas que dañan como la peor aguja enterrada en la piel, existen tantas despedidas inconclusas, tantos futuros inciertos en estos días, que mis dos palabras secretas permanecerán siendo secretas por un largo tiempo y quién sabe (sólo yo en alguno más) si serán dichas o escritas o demostradas sinceramente. es todo una constante incertidumbre, porque cuando ya volvías no las repetiste y, francamente, creo que se las llavó el viento, al igual que nuestros sueños y anhelos y costumbres y rutinas que hacían más lindos nuestros momentos juntos. no lo se. nunca se nada bien, a veces es bueno vivir así, aunque nunca te ha gustado que sea así, las cosas siempre son aunque no nos agraden del todo, y las personas a veces tienen que aprender a vivir así.