Este día fue hecho para ser olvidado, para escribir un fragmento sobre él y en vez de guardarlo, quemarlo en una estufa o en una fogata, que luego el viento de los autos y la noche se lleven hacia no sé dónde. Hoy exterminé algo bueno. Hoy masacré mis decisiones y también hice cosas que no quise o que quise pero no para hoy. Estoy sentada en el suelo más frío que hace mucho tiempo no percibía, la gente me ve pasar, mira los periódicos. Algunos se ríen, otros prestan atención, muy pocos se detienen.
¿Será que este día fue hecho para no detenerse?
¿Será que no tiene retroceso?
¿Será que las decisiones no son tan abruptas, ni tan abrumadas, ni tan repentinas como quisiera?
Es que siento calma y frío.
Calma porque hace tiempo no esperaba una hora determinada
Ni esperaba que los peces picaran solos un anzuelo tan poco motivado y atrayente.
Este día debiese almacenarse en una caja fuerte y ser ésta tirada a un barranco muy empinado, como los de Valparaíso o como los de La Paz. Este día fue soleado y caluroso un rato, pero ahora se siente frío y distante y un poco incómodo, porque la soledad a veces no nos sienta bien. Quisiera dormir las horas necesarias, poder caminar hasta mi destino siempre. no tener reloj, ni apuros, ni atrasos, ni rencor, ni reacciones malas, ni días como hoy.
La profundidad de los pasos que escucho se hace un sonido constante en este lugar, mientras espero inocentemente un encuentro, una mirada, o al menos un susurro. Lo único que compañía me hace son esos pasos, esos tacones de mujer de oficina, esas zapatillas gastadas, esos bototos de trabajador y una que otra conversación y risotada.
No eres, no fuiste, no serás. No puedes. No quieres. No lo logras.
Al igual que yo no logro pensar antes y reservar para después.
Es el cariño y la dedicación algo que no se pide, no se obliga, no se transa. Ni por regalos, ni por noches, ni por palabras. No tiene comparación, no se olvida.
El frío más rato se olvida, se deja quieto y se esconde para aparecer mañana, a esta misma hora en este mismo lugar.
Lo único que no estará, es esta predisposición estúpida a aspirar a conseguir algo que no existe y que si existiera, costaría mucho poder encontrar. Entre tantos pasos, entre tantos sonidos, entre tanto frío nocturno
¿Será que este día fue hecho para no detenerse?
¿Será que no tiene retroceso?
¿Será que las decisiones no son tan abruptas, ni tan abrumadas, ni tan repentinas como quisiera?
Es que siento calma y frío.
Calma porque hace tiempo no esperaba una hora determinada
Ni esperaba que los peces picaran solos un anzuelo tan poco motivado y atrayente.
Este día debiese almacenarse en una caja fuerte y ser ésta tirada a un barranco muy empinado, como los de Valparaíso o como los de La Paz. Este día fue soleado y caluroso un rato, pero ahora se siente frío y distante y un poco incómodo, porque la soledad a veces no nos sienta bien. Quisiera dormir las horas necesarias, poder caminar hasta mi destino siempre. no tener reloj, ni apuros, ni atrasos, ni rencor, ni reacciones malas, ni días como hoy.
La profundidad de los pasos que escucho se hace un sonido constante en este lugar, mientras espero inocentemente un encuentro, una mirada, o al menos un susurro. Lo único que compañía me hace son esos pasos, esos tacones de mujer de oficina, esas zapatillas gastadas, esos bototos de trabajador y una que otra conversación y risotada.
No eres, no fuiste, no serás. No puedes. No quieres. No lo logras.
Al igual que yo no logro pensar antes y reservar para después.
Es el cariño y la dedicación algo que no se pide, no se obliga, no se transa. Ni por regalos, ni por noches, ni por palabras. No tiene comparación, no se olvida.
El frío más rato se olvida, se deja quieto y se esconde para aparecer mañana, a esta misma hora en este mismo lugar.
Lo único que no estará, es esta predisposición estúpida a aspirar a conseguir algo que no existe y que si existiera, costaría mucho poder encontrar. Entre tantos pasos, entre tantos sonidos, entre tanto frío nocturno
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