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odio toda la ciudad y sus luces y sus autos y sus micros y su esmog y su gente que no tiene valores, que no tiene respeto, sólo indiferencia y olvido y frialdad con su entorno. odio que no se miren y que si se miran no sientan y que si sienten no sea verdadero y que engañen y rasguñen y que caminen dormidos y no se den cuenta de nada, todos los días al menos una persona piensa en tu milésima fracción de persona, en la ínfima parte de ser humano que te va quedando, al menos hay alguien que todavía cree, que todavía existe y que todavía viaja pensando en que en algún paradero de esta gran ciudad podría encontrarse contigo y piensa que hay alguien para la cual eres su centro de utopía. me gustaría que un día llegarai corriendo a gritarme a despertarme y a cambiar mis esquemas y a remover mi suelo que ya parece desolado de tanto tiempo, de tanto sueño y de tantos viajes. grita que yo te escucho, grita más fuerte si quieres que otros lo hagan, pero susurra que igual estoy presente, que aunque lo pienses puedo escucharlo, que no es preciso hablar, que no es preciso mirar, que no es preciso ir, sólo venir o salir, siempre será ohcacuca