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Es que existes, y a decir verdad no quiero que te vayas así, así tan de sorpresa que me quede helada corriendo y llorando por una calle lluviosa y desolada. Porque prefiero tus soles que mis nubes, y lo sabes bien. Porque conoces mis parpadeos errabundos y existencialistas. Quiero demostrar cuánto se puede extrañar una energía, una fragancia, un instante desesperado de recuerdos y momentos irrepetibles, quiero retroceder el tiempo, hacia dos años atrás y tenerte a mi lado como esa noche de plaza y de frío y de lluvia. Quiero conocer tus más remotas fronteras y quiero que sepas que yo aún imagino tu llegada, que yo aún imagino tu voz y tus ojos negros. Porque cada vez que pongo esos temas más de un verso te recuerda, más de una palabra quiere salir de mi mente para dedicártela, para mostrarte que acá también te extraño, pero aprendí, mejor dicho, me acostumbré a no tenerte, algún día me iré contigo, ya tomé la decisión, está más que planificado, quizá en algún tiempo más, porque estoy enamorada de momentos acá también, pero quiero que sepas que eres importante, y que siempre te pienso, porque marcaste momentos decisivos en mi acontecer sereno. Me identifico con tu causa y te quiero tanto negrito, sos mi vida y mi muerte.