Yo hago lo que quiero acá, porque bueno, esta cosa es mía, y la verdad es que me da lo mismo que nadie sepa que exista, de hecho es mejor, porque así no me da vergüenza escribir leseras y leseras ciertas. Dicen que cuando a uno le faltan horas de sueño se pone más imaginativa, ¿será que uno se mezcla con los sueños y se hacen sólo uno?. Es como escuchar yoga y estar muriendo de frío y tener los pies casi casi pelados, estoy alucinando con cosas que nunca debí mirar. Atreviéndome a hablar con personas que jamás había mirado, estoy tratando de sacar un poco esa mala costumbre de creer que esto es único e imprescindible, yo se que no es así, estoy segura que luego llegará otro que me haga mucho más feliz, otro tiempo, otro mundo, otro día, otro calor, otro clima y otros pies y otras bocas y otro susurro y otra canción. No pretendo ser calculadora con mis palabras, pero pretendo asegurar tan sólo mi integridad emocional, por eso lo hago, por eso lo pienso, por eso ya no sueño que esto será eterno, que esto será nuestro, que esto nunca se nos irá de las manos. Porque cuando llovió y nos sentamos no fue lo de antes y será peor después, y a decir verdad, no creo que pueda solucionarse del todo, porque las palabras sinceras hieren como la peor de las heridas que pueden existir en alguna parte del mundo. Es cierto, cuando llegaste y estaba lloviendo yo sentí que era hora de dejar el mundo ficticio en el que estaba inmersa, decidí dejar todo ese humo y ese entorno mítico que parecían retenerme perpetuamente, decidí estar tranquila y siempre dispuesta, y también aprendí a no ser excesiva ni mucho menos dadivosa, contigo por supuesto, porque luego se pasa mal. Yo ya no quiero ser como nadie, tampoco pretendo enamorar a nadie con frases bonitas que no me nacerán nunca, no tengo como propósito conquistarte ni mucho menos pasar una vida eterna contigo. No pretendo construir una persona que no soy para quedarme a tu lado. No, yo soy tal cual, y si no se puede, al momento de llegar las palabras me iré tranquila, porque se que en cualquier parte del mundo, nadie nunca podrá decir tantas cosas de ti, ni mucho menos podrá querer a esa imagen como yo lo hice. Porque pareciera que ese día no se va de mi mente, no porque yo tenga buena memoria, sino porque no quiero que se vaya, y vuelve y se devuelve, como haciéndome saber que debo despertar, que debo reventar esa burbuja extraña que me acumula y me extingue, que debo empezar a caminar sola por ese eterno camino al cual yo metaforizo como eterno, eterno será hasta tal punto que yo lo desee, claramente, me voy por las ramas, por favor macarena (si supieran todas las faltas de ortografía que word me ha corregido). A quién le escribo, son solo corridas subconscientes de mi yo interno que permiten que siga un continuo tecleo de madrugada, sí, debo asumir la hora. A estas alturas si no estás en una fiesta, debes estar durmiendo, pero no, yo porfiada y estúpida me vengo a escribir, es que uno tiene que aprovechar. Debo resumir nostalgias, tiempos pasados con olor a chocolate y a marihuana. Debo resumir nostalgias, música que retrata momentos irrepetibles. Debo resumir nostalgia, lágrimas derramadas que de tan sólo reunirlas formarían litros y litros. Debo resumir nostalgia, teléfonos cortados, ocupados, abrazos, cariños, besos y amores. Debo resumir nostalgia, lluvias y plazas y gorros y me siento mal, nunca debí haber dicho tantas palabras que sobraban, nunca debí haberme humillado, nunca debí haber sido tan tonta, ahora que lo pienso me arrepiento, nadie vale lo suficiente, siempre será más o será menos, a veces creo que vales más, mucho más. Pero siempre quiero que valgas menos para no aferrarme. Es tonto, uno no debe pensar en el futuro, uno debe vivir el presente, sin tapujos, sin miedos ni prejuicios. Yo en cambio, me encargo continuamente de que mi vida sea un enredo constante y como si no bastara con eso traigo un desorden (en todo aspecto y con razón) de millones de temáticas con respecto a mi vida. Quiero salir corriendo, y si te vas dejar de llorar luego para que los ojos no se me pongan como bolsas, como hinchados, como rojos de volada. Quiero salir corriendo sin vuelta, porque cada vez que lo intento sabes que iré de nuevo y me esperar ahí quietito, llorando y aferrado a algo que nos unió. Quiero salir corriendo y que en ese preciso instante llegue un algo, que no tiene definido ni su género ni su imagen y me salve y me lleve y me llene con sus alegrías y con sus cuentos. Quiero salir corriendo y que llueva y que no tenga que porlachucha decir tantas webadas. Porque si ahora lo pienso, yo puedo con o sin ti. Porque debí haber dejado esto así, porque mis palabras fueron más allá que de mi mente y no me permitieron decir algo éticamente correcto, más bien dije puras subjetividades de mi subconsciente submarino y subestimado. Ahora no prometo cambiar por alguien, ahora prometo ser yo misma gústele a quien le guste, quiera quien quiera, váyanse todos a la chucha, si quieren ahora mismo.
Jun 15, 2007
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1 comment:
yo te existo acá..
pero me voy a la chucha ahora.
saludos maca
:)
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