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Cuando para de llover todo es bonito, los huevos que llevas en la mano al sol se ven radiantes, se ven más bonitos. Si miras las zapatillas que hace tiempo no usabas, bien lavaditas, también se ven bonitas. Hasta las sonrisas cambian y la parte del ojo, sí, esa que no es pupila, brilla y brilla sin rojo, los diarios, las casas, las cosas, los autos, las nubes, el aire, las masas, las mesas, todo es bonito. Pucha, que lástima que ese período tan inusual se acabe en un abrir y cerrar. El esmog (nótese el escrito) se apodera de todo, de todo lo bendito, y más temprano que tarde, las cosas vuelven, vuelven y arden. Y darte coronas de papel de cigarrillo, quizás porque (sui generis) A veces me gustaría memorizar todo lo dicho, cuando cocino, cuando camino, cuando me detengo, tener una grabadora quizá para no olvidar ni el más mínimo detalle. Soy ambiciosa en ese aspecto, es que a veces llegan tan buenas ideas, que me desespero, já, pero el ahora no es un buen ejemplo de ello. Ahora ya no tengo tantas ganas. Hoy leí una frase bien significativa, era algo así. el que no lee no tiene más ventaja del que no sabe leer. Me da vergüenza escribir, siento que en tres años más leeré esta croquera y moriré de vergüenza, por si es así, hoy es jueves creo que ocho o nueve de agosto del dosmilseis, estoy en el living escuchando charly garcía, con un bichito que me molesta constantemente, su nombre es t ata ta taaaan, tarea de filosofía, por bélgica soto, que entretenido oh:*