
El barrio franklin me gusta, me gusta porque a nadie más. El gato de la ferretería me mira con ojos grandes, demostrándome su comodidad. Caminando bajo las nubes de día lunes no encontré nada de lo que andaba buscando, la verdad es que poco me importó. Quise seguir caminando por estas calles de día nublado, pasé caminando por botas vaqueras, sahumerios brasileños, papeles de bob marley, aros de fantasía, cartulinas españolas, calzones de abuela y lentes de sol, pasé por el caracol donde arriendan disfraces y por varias tiendas de zapatos y ropa china y también por un teatro, el huemul debería estar siempre abierto, yo una vez fui allá y es bonito, aunque un poco chico. Igual está Mal en san ignacio, nadie más lo notó, nadie más que lea esto entenderá al Mal, porque nadie lo vio, ni lo verá nunca. Llegue a la casa y la verdad es que ya no recordaba lo que había ido a comprar a franklin, pero llegué y la solución llegó a mi casa, tan tan. Gracias-gracias. muac (:
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