*

Te desconozco y que ganas de violar a mí muerte, darle ese olor húmedo entre las piernas. De llenarle las mejillas de "te quieros", de asustarlo como hombre lobo con un "te amo". de inundarlo de esperanza ensalivada en esos labios putos e inmaculados; de darle por única vez un orgasmo. Que ganas de darle algo: una forma en vez de un par de huellas, inventarle un perro, o un gato,enseñarle a cantar una canción,de Ssabina o de Páez*; de oírlo recitar, no importa si como Neruda, pero oírlo enamorado. De llevármelo de picnic a la primavera; desmentirle el otoño, el invierno… y que ganas de que me viole, de violarnos infinitamente, de que llegue como vampiro, o luciérnaga, e invente un dios más poderoso que la soledad.