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me enojo ahora de verde, de verde de rabia, de verde de lluvia, de manzanas, de zapatillas mojadas. me enojo ahora de verde, no, están ocupados. mis pies se mojan si más sentido que sentirse así, estúpidos, caminando en agua, penetrando h2o por sus poros de pies caminantes. me enojo, me mojo, me enrabio, de tonta que fue y estaban ocupados. y camina de regreso, de un regreso enojado y bien mojado y habla sola en la noche, en la calle. se mete al baño, al blanco baño, que ya no es tan blanco con su verde y mojada presencia, saca libreta y lápiz y comienza a narrar la escena. enojada y enojada por todo y con justa razón, enojada desde la esquina hasta mi falta de ortografía esa irreparable, más encima llueve y todo se moja, hasta mis ganas y sueños. y no hay nada que hacer, no dejará de llover porque yo quiero. todo se pone llorón, sensible weón, todo se impregna de sentimentalismos baratos de gente mojada. tonta, que quiere verte luego. no, está ocupado: yo se que mañana lloverá también y no podremos.

no, está ocupado, vuelve más rato

¿querís?